Opinión: La clasificación por clases, y la pobreza del bono.

Rodolfo Cárdenas A. Trabajador Social Fueguino

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La clasificación de clases, y la pobreza del bono

A más de un año del inicio de la pandemia en nuestro país y el mundo, nuestro territorio nacional re-vive los procesos de confinamiento del mayor número de habitantes, con un Sistema de Protección Social que busca acompañar al mayor número de personas, y con un Sistema de Transferencias Monetarias débil, con altas barreras de acceso, ultra focalizado que no reconoce ni distingue a la población objetivo: mujeres y hombres trabajadores, informales o precarizados, cesantes, emprendedores de pymes cerradas o quebradas, entre tantos trabajadores independientes que el sistema olvida, no ve, ni siente sus carencias y limitaciones, con una pobreza que crece.

Parafraseando a un connotado ciudadano neoliberal, administrador de los capitales del reino, indicando que «el impuesto al patrimonio nos divide entre buenos y malos» queda más que claro que el Bono Clase Media publicitado por el Gobierno, hace justamente eso, divide entre el bueno que puede sobrevivir junto a su familia y el malo que sin acceso a prestaciones monetarias no sabe a quien recurrir para su manutención, haciendo distinciones de clases y colocando etiquetas como aquellas que colocaban en la inquisición.

Es por ello, sin importar las medidas que se tomen por un Gobierno fallido como el actual, podemos constatar que la mezquindad, no permite acompañar, empatizar ni enfatizar que frente a una crisis social, laboral, económica y de salud, el sentido de urgencia de las acciones para que una red se transforme en un Sistema de Protección y Seguridad Social debe contar con herramientas de rápida implementación, responder de forma oportuna a las necesidades de hoy, y no generar mayor incertidumbre e inseguridad cuando nuestra salud mental está navegando por mares no calmos.

Chile requiere de una mirada integral, y como lo hemos dicho reiteradamente, que el costo no lo paguen los trabajadores con sus ahorros o su seguro de cesantía, los Chilenos a pie, requieren ser considerados ciudadanos sujetos de derechos, y que esta desesperanza se transforme en oportunidades para su bienestar, con un Estado que cuida, escucha y genera medidas universales que garanticen su protección y el apoyo monetario real y no decreciente, y que los líderes de esta política neoliberal que asfixia comprendan que éstas no son un gasto, sino una clara inversión en la calidad de vida de las personas. Por lo tanto, entre aquellas medidas preventivas, y de apoyo directo, se encuentra dar mayor soporte monetario a las familias chilenas, como se ha transformado el 3° retiro de los fondos de la AFPs, el que debe ir acompañado de políticas públicas que permitan enfrentar la vejez a mediano y largo plazo, con un nuevo sistema de pensiones, y un seguro de cesantías, que no se pierdan las ganancias en las manos de la empresa administradora.

La gestión de apoyos socioeconómicos para diversos sectores como las pymes, sumado a un sistema de capacitación y reconversión sustentable, programas de generación de empleos, y el desarrollo de programas de inversión publica – privada territoriales, acompañadas por inversiones en ciencia e innovación que nos permitan paso a paso enfrentar esta y otras crisis. Así como, programas sociales que a través de equipos interdisciplinarios aborden la salud mental, la rehabilitación, el cuidado de personas dependientes, y personas – familias secuelas por el Covid-19.

Y frente a todo, Ud., y yo seguiremos cuidándonos, usando mascarilla, lavándonos las manos, generando distanciamiento físico y sobre todo votando por un cambio con un lápiz de pasta azul, para alcanzar un real #ZeroCovid.

Rodolfo Cárdenas A.
Trabajador Social Fueguino

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