Opinión: La Cuenta Pública de las relaciones humanas

De lo humano a lo Divino

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La construcción colectiva tiene un gran potencial en lo humano y en lo social, lo han explicado diversos filósofos y profesionales de las Ciencias Sociales, empero ya nos acostumbramos a lo individual, donde los intereses personales están por sobre los públicos.

El trabajo comunitario  o de bienestar será  virtuoso cuando considere a todas las personas sin distinción ni exclusión, y nuestra capacidad de asombro no se destiña por lo rígido de los telares que sucumben a la exposición del sol o a la escarcha en esta época invernal que comienza a vivir la Patagonia Austral.
Nuestro avance será sostenido y sustentable en la medida que valoremos el desarrollo alcanzado y trabajemos por la continuidad de iniciativas que hoy duermen el sueño de los justos, y generemos nuevos proyectos que potencien el trabajo, la vivienda, la salud, la educación y conectividad del tramado de localidades que componen Magallanes, estableciendo estándares mínimos y universales para que cada familia se sienta parte y no excluida, y de está forma trabajar, por ejemplo, para que nuestras familias y vecinos no vivan en campamentos.
Favorecer nuestra salud mental con espacios recreativos, la libertad para vivir en un ambiente nutricio, que acompaña y cuidada desde la infancia hasta las personas mayores, con espacios propios e integrados, con una familia que no olvida, sino más bien se potencia, y cuida, acompañado de una sociedad que no sobre exige a la capacidad humana del trabajador o trabajadora, nos permitirá construir un porvenir a escala humana, donde el recuerdo no sea la anécdota del cumpleaño anual sino más bien la propia vida. Y parafraseando a un científico magallanico pasaremos de la tierra de los hielos a la Tierra de los Fuegos, que sigue luchando por mayor bienestar.
Rodolfo Cárdenas Alvarado
Trabajador Social Fueguino
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